La
casa Savoye o Villa Savoyees considerada como el paradigma de la Arquitectura
Internacional y de la nueva manera de construir edificios de viviendas del
siglo XX (junto con la Casa Farnsworth de Ludwig Mies van der Rohe y la
Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright), así como de los Cinco Puntos
para una nueva Arquitectura desarrollados por el propio Le Corbusier, que
consisten en:
* Edificio que descansa
sobre pilotis (columnas) en planta baja, dejando la superficie en su mayoría libre para
permitir que el paisaje quede autónomo del edificio.
* Cubierta plana, sobre
la que se sitúa un jardín.
* Espacio interior libre, debido a la estructura basada en pilares y tabiques.
* Fachada libre de elementos estructurales, de forma que puede diseñarse sin condicionamientos.
* Espacio interior libre, debido a la estructura basada en pilares y tabiques.
* Fachada libre de elementos estructurales, de forma que puede diseñarse sin condicionamientos.
* Grandes ventanas
alargadas en las fachadas para conseguir una profusa iluminación natural en el interior (fenêtre
en longeur).
Una de las obras más representativas
del maestro Le Corbusier (para los amigos Charles Édouard Jeanneret-Gris, suizo
nacionalizado francés) es una de las pinceladas del Movimiento Moderno que dejó
el gran arquitecto en el territorio francés, aparte de considerarse una joya de
Arquitectura Internacional.
La Villa, acabada para la familia
Savoye (un matrimonio con hijos) en 1929 (cuando Estados Unidos estaban en
pleno hundimiento moral y económico), se llegó a considerar patrimonio
arquitectónico por los franceses y en gran parte gracias a esto hoy en día se
encuentra restaurada después de varios ataques de guerra y mal estado de
conservación que sufrió los años posteriores.
El edificio se presenta como un
conjunto de formas geométricas que a simple vista pueden crear la errónea idea
de simplicidad. Según el propio Le Corbusier, la idea era de una caja flotante
en el aire, sensación que realmente puede provocar el corpus de abajo, todo
vidrioso, sin ninguna función estructural. Pero esta idea equivocada desaparece
al fijarse en la estructura: de pilares metálicos descubiertos, a la vista.
Para entender mejor este juego de formas y el porqué de la idea del arquitecto,
se tiene que tener en cuenta que en este edificio quiso incrustar sus propias
ideas innovadoras para la Nueva Arquitectura, la básica de las cuales es la
estructura de pilares. Esto deriva en que la distribución interior podría ser
libre, basándose en tabiques, y la fachada no tendría que sufrir ningún tipo de
condicionamiento, pudiendo ser diseñada libremente.
Por este motivo, la fachada permitió
la inclusión de unas largas ventanas horizontales, para cumplir con otro de los
propósitos del genio, aumentar al máximo la iluminación natural. Inicialmente
pensada en colores más oscuros (verde fuerte – verde nº2 – gris fuerte), se
decidió por recubrirla en pintura blanca (hecho que da una luminosidad
envidiable tanto al interior como al exterior del edificio). Aún así, los
colores escogidos sirvieron para otras partes como la planta baja.
Dichas pinturas no sólo se traducían
como un hecho artístico, parte del estilo de Le Corbusier (su concepto de
“polychromy”, su famoso: “El color es la inmediata, espontánea expresión de la
vida.”), sino también como un elemento protector frente a agentes externos.Durante
el recorrido por todo el edificio, lo que más salta a la vista es la gran
cantidad de luz que inunda las estancias. El efecto fue conseguido, aparte de
los trucos ya nombrados, a través de originales formas de ventanas y aperturas
en las paredes, escalera de caracol y otras genialidades del arquitecto.
La cubierta, plana y ajardinada a
trozos, rompe con la supuesta simplicidad mostrando sus formas asimétricas,
entre las cuales hay un solarium, una mesa exterior y unas vistas descubriendo
el paisaje de Poissy junto al río no muy lejano.
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