En 1900 se pensaba que el
cine se convertiría en un arte si se filmaban objetos
artísticos. Ahora se piensa que los Lumière inventaron el cine
como arte, eligiendo la salida de una fábrica o la llegada de un
tren; o se piensa que la fotografía se convirtió en arte cuando
los retratos frontales de Paul Strand rompieron con la imitación
pictorialista de los efectos pictóricos, porque la ausencia de
arte se ha convertido para nosotros contemporáneos en un
componente esencial del arte.
De una entrevista a Jacques Rancière con
motivo de la publicación de Malestar en la estética.