Fallingwater, más conocida como La Casa de la Cascada, data 1939 y fue la casa de campo de la riquísima familia Kaufmann que el arquitecto Frank Lloyd Wright proyectó encima de una cascada.
1934: Wright se puso manos a la obra y concluyó el
proyecto en nueve meses: para el desmayo de los Kaufmann, el artista
ideó la casa sobre la cascada, y no por debajo de ella, tal y como la
familia había previsto, con intención de ganar vistas. Nadie podía saber que la “casa de campo ” se convertiría en un pilar emblemático de la arquitectura moderna como lo es hoy.
La historia de Wright, es al fin y al cabo muy actual
como sus obras: un arquitecto que ha luchado para “convencer” a sus
clientes a confiar en su “buen hacer” y que nunca se ha conformado con
los que los clientes pedían, permaneciendo fiel a sus convicciones. y se hablaba más de los problemas de esta construcción que de sus virtudes
…perennes problemas estructurales y las labores de reconstrucción de la
albañilería, la pintura, la metalistería de las ventanas o la presencia
de moho a causa de la humedad…al fin.. unas series de problematicas que
aunque existiendo no dejan de hacer de esta obra una piedra millar en
la arquitectura contemporánea.
Frank Lloyd Wright diseñó en 1934-35 una casa
extraordinaria en la Reserva Natural de Bear Run, Pensilvania, a 1298
metros sobre el nivel del mar. Acá, el río que corre en el lugar cae
repentinamente 30 metros. Esta casa es conocida como la Casa en la Cascada, la cual redefinió la relación entre el hombre, la arquitectura y la naturaleza.
Esta casa fue construida como casa de fin de semana para Edgar Kaufmann,
su señora y su hijo, el cual estudió arquitectura durante un corto
periodo de tiempo en la escuela-residencia Taliesin de Wright.
Este
lugar había sido propiedad de la familia durante 15 años, y, cuando le
encargaron a Wright el diseño de la casa, tenían en mente una casa
enfrente de la cascada, para poder apreciarla. Sin embargo, Wright
integró el diseño de la casa con la propia cascada, posándola justo
encima de ésta para que pasara a ser parte de la vida de los Kaufmann.
La admiración de Wright hacia la arquitectura japonesa fue clave para su
inspiración del diseño de esta casa, al igual que de la mayoría de sus
obras. Al igual que en la arquitectura japonesa, Wright quería crear
armonía entre el hombre y la naturaleza, y la integración de la casa con
la cascada tuvo éxito en eso. La casa fue pensada para que siempre se
sintiera la fuerza con que cae el agua, no visualmente pero a través del
sonido, escuchándose en toda la casa.
Wright resolvió el diseño de la casa alrededor de la chimenea, el
corazón de la casa, la que se consideró como el lugar de reunión de la
familia. Los cimientos de la casa son las rocas del lugar, y algunas de
ellas sobrepasan el ancho forjado de la primera planta asomándose junto a
la chimenea, lo que trae físicamente la cascada al interior de la casa.
Además se refuerza el concepto de un núcleo vertical a través de una
extensión del alza de la chimenea, que la hace el punto más alto del
exterior de la casa.
Wright basó su composición en el arreglo de volúmenes horizontales y
verticales dispuestos dinámicamente. Para lograr una sensación de
ligereza, dispuso las terrazas en voladizo, apoyadas sobre macizos
soportes de sección trapezoidal empotrados en la roca. Wright asoció
este concepto estructural a la forma cómo un mesero carga una bandeja
sobre sus dedos.
Sobre los soportes, dispuso unas vigas de concreto armado en el piso de aproximadamente un metro de ancho, las que, junto a unas viguetas transversales formaron una parrilla sobre la que se sotiene la terraza en voladizo. Al parecer E.J. Kaufmann desconfió del cálculo estructural de Wright y secretamente aumentó acero en la estructura, lo que motivó la ira del arquitecto quien le recriminó su falta de confianza. Sin embargo, Wright se equivocó en el cálculo estructural. Gracias a ese acero extra los voladizos no colapsaron, sin embargo ya en los años 90 se observaba una deflexión de hasta 20 cm. Trabajos de postensado en el 2001 lograron estabilizar la estructura, pero costaron 11,5 millones de dólares, unas 100 veces el costo original de la casa.
La casa de la Cascada consta de dos partes: La casa principal de los
clientes que se construyó entre 1936-1938, y el cuarto de huéspedes que
se completó en 1939. La casa original contiene habitaciones sencillas,
proporcionadas por el arquitecto, con un estar abierto con cocina
compacta en la primera planta y tres dormitorios pequeños en el segundo
piso. El tercer piso fue el lugar de estudio y dormitorio del hijo de
Kaufmann. Todos los recintos de la casa se relacionan con el entorno
natural, y el estar incluso tiene escalones que conducen directamente al
agua. Las circulaciones dentro de la casa son oscuras, pasillo
estrechos, para que los habitantes tengan una sensación de encierro en
comparación con lo abierto a medida que se acercan hacia el exterior.
Los techos de las habitaciones son bajos, con el fin de dirigir la
mirada horizontal hacia afuera.
La belleza de estos espacios se
encuentra en sus extensiones hacia la naturaleza, hecho con largas
terrazas en voladizo. Éstas, que están proyectadas hacia afuera en
ángulos rectos, aportan un elemento de escultura a la casa, aparte de su
función.
Para dar soporte a las terrazas, que ignoraban las fuerzas
horizontales con sus grandes planos en voladizo, Wright trabajó con los
ingenieros de Mendel y William Glickman Wesley Peters. La solución
estaba en los materiales. La casa tomó “una forma de albañilería
definitiva” para relacionarla con el sitio y para las terrazas se
decidieron por una estructura de hormigón armado y reforzadas con acero
lo que aumento la resistencia a la tracción.
El exterior de la
casa de la cascada impone una horizontalidad que se destaca gracias a
los ladrillos y a los voladizos. Las ventanas de la fachada también
tienen una condición especial, ya que se abren en las esquinas,
rompiendo con la caja de la casa incorporando el extraordinario paisaje
exterior.
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