¿Qué tan lejos llegan las personas con el fin de expresarse? ¿Lo que hacen artistas como Orlan y su Carnal Art
en verdad se podría considerar arte? Con la llegada del siglo XXI
llegaron muchos cambios. La evolución de la tecnología, el cambio
climático, sucesos políticos, en fin, tantos factores que hoy influyen
de gran manera la forma de pensar de la persona. Eso significa también,
una evolución en los cánones de belleza; lo que se consideraba bello en
la Edad Media, ya no es lo mismo ahora. Eso me llevó a pensar: ¿A qué se
le considera arte? ¿A quién se le llama artista? Interrogantes que
investigando un poco, llegué a las siguientes conclusiones.
Primero,
hay que definir entre tres términos o personalidades: aptitud, talento y
genialidad. La aptitud se refiere a ese “algo artístico” que posee
alguien, que ya sea adquirido o ya lo poseía de antemano, esa misma
persona se llegó a cultivar y mejorar. El talento define a esas pocas
personas que ya nacen con algo que alguien con aptitud le llevaría
cierto tiempo de desarrollar. Son artistas que ya nacen con cierto
estilo. Por último, la genialidad. Los artistas ingeniosos son muy
singulares, poseen una gran capacidad innovadora y creadora. De alguna
manera, parecen estar adelantados a su tiempo, hasta podrían llegar a
ser malentendidos en algunos casos, pues no muchas personas estarían de
acuerdo con su obra.
Posterior
a definir aptitud, talento y genialidad, viene a la mente: Entonces ¿Lo
que hacen estas personas es arte? Después de haber leído varios
artículos sobre las Bellas Artes, definiciones de arte y demás, puedo
afirmar lo siguiente: El arte es subjetivo. Esto implica cierto
dualismo, pues mientras algunos pueden considerar el graffiti como un
arte, a otros les parece un acto de vandalismo. Como todo en la vida,
siempre hay dos caras en el asunto.
Pienso
que eso es lo que llega a ser molesto, el hecho de no saber exactamente
qué podría ser una obra de arte. Se podría confundir con el hecho de
gustar o no de alguna obra, pero al final, es el artista el que lo
decide; nos comunica su concepto sea en el medio que sea, ya es la
decisión del público de pensar lo que quiera pensar. Si alguien es
famoso por pintar inodoros, déjenlo. Si alguien quiere dar a conocer lo
que piensa sobre algún tema o simplemente, lo que tiene dentro, no hay
por qué impedírselo, todos tenemos derecho a expresarnos.
Por
eso, siempre trato de tener una mente abierta, evito juzgar a las
personas, en este caso también las obras, pues estas suponen más de lo
que el ojo puede ver. Creo que la vida trata de eso, aprender, nunca
dejar de aprender. Tener una mente abierta no es creer en todo lo que se
ponga en frente, sino, tener tolerancia y respeto hacia los puntos de
vista de otras personas. Si no nos gusta algo, expresarlo de la manera
correcta sin dañar al artista o quien sea con el que estemos hablando.
Para
concluir, el ser humano siempre tuvo la necesidad de comunicar algo
mediante dibujos, esculturas, etc. Desde la prehistoria podemos ver esos
“muñequitos de palitos” en las cavernas, al igual que en otras culturas
como los egipcios, mayas y artistas como Da Vinci, Van Gogh, Andy
Warhol en adelante. Lo que nos queda hacer es admirar ese trabajo. Si
alguien empezó en una caverna, o viendo una lata de sopa de tomate marca
Campbells, ¿Por qué no empezar ahora a definir tu propia definición de
arte?
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